Gustavo y Paula Cucchiara, apasionados por el vino y el arte, dieron vida en 2012 a Claroscuro, un proyecto vitivinícola familiar que tiene como objetivo unir la pasión por ambos mundos. El proyecto se inició en el Valle de Uco, más precisamente en la Finca San Francisco, ubicada en Vistaflores, Tunuyán, donde la pareja encontró la tierra perfecta para su sueño.

Claroscuro es una bodega de arte que tiene como concepto interpretar la elaboración de vinos como un arte, al igual que la pintura. Cada uno de los vinos tiene similitudes con la obra de algún artista argentino, en cuanto a vigor, expresión, tranquilidad, vivacidad, entre otros, lo que inspira la elección de la obra que ilustra cada etiqueta. El objetivo es promocionar el arte a través de los vinos y disfrutar el vino desde el arte.

En la finca San Francisco, los Cucchiara tienen plantadas 26 hectáreas de viñedos: 16 ha. de Malbec, 3 ha. de Cabernet Franc, 3 ha. de Petit Verdot y 4 ha. de Pinot Noir. La elevación del terreno a 1054 msnm, sus ondulaciones trazadas por el lecho de un arroyo antiguo, la convierten en una finca singular en Valle de Uco. En los altos es franco arenoso, en los bajos afloran rocas, es así que podemos dividir el viñedo en parcelas que nos brindaran una mayor diversidad, incrementando la posibilidad de vinos provenientes del mismo viñedo. El sistema de riego por goteo utiliza agua de las altas cumbres, lo que garantiza uvas de excelente calidad y gran expresividad del terroir.

El manejo del viñedo está a cargo del ingeniero agrónomo Alberto Benenati, con más de 15 años de experiencia, mientras que la elaboración de los vinos es liderada por el enólogo Diego Barrera, quien logra un estilo equilibrado y complejo a partir del uso de roble francés y americano.

La idea de unir el arte y el vino surgió en una charla con el artista Sergio del Giudice, amigo de la pareja. Gustavo Cucchiara reflexionó sobre la necesidad de difundir el arte argentino y descubrió que el vino podía ser un gran vehículo para ello. Así nació el proyecto Claroscuro, que lleva el nombre de una técnica de la pintura que pone en relieve los contrastes entre la luz y la oscuridad.

Cada cepa y añada de Claroscuro está relacionada con una obra y un artista, como la obra Rincón de la Boca, de Benito Quinquela Martín, que ilustra el Gran Reserva Malbec 2018. Las contraetiquetas incluyen información sobre el artista y la obra, mientras que en las redes sociales de la bodega se pueden encontrar iniciativas y propuestas de cada artista. Anualmente, Claroscuro organiza una muestra de arte que reúne las obras que ilustran sus vinos.

Claroscuro es un proyecto que une el amor por el vino y el arte, que tiene como objetivo difundir la cultura argentina y promover el arte a través de los vinos. Un proyecto que nace de la pasión y el compromiso de una familia, que busca hacer de cada copa de vino una experiencia única y memorable.