A mediados de los 90, Ward Lay, un norteamericano con gran conocimiento de los mercados de consumo masivo (ejemplo, papas fritas Lays), decidió invertir en Argentina incursionando en el mundo del vino. Así nació Andeluna, en el año 2003, un espacio donde se conjugan los dos hemisferios del vino: el terrenal y el mítico. ANDE: es la montaña que el hombre conoce y cultiva, para obtener los frutos más perfectos, aprovechando las excepcionales condiciones de la tierra, el agua y el clima de la altura y LUNA: es el espacio de inspiración y magia, imprescindibles para que pueda nacer un gran vino.
La Bodega está ubicada en Gualtallary a 10 km de la ciudad de Tupungato, en el Valle de Uco, provincia de Mendoza, abarca una superficie de más de 4500 metros cuadrados y capacidad de producción es de 1,3 millones de litros en tanques de acero inoxidable y una cava para 900 barricas de roble y una estiba máxima de 720.000 botellas.
Continuando con su historia, en el mes de octubre de 2011, Lay murió. Y sus herederos, a pedido del propio Lay, decidieron transferir sus activos a personas que estuviesen comprometidas con sus ideales y principios. La búsqueda recayó en la familia Barale, oriunda de Buenos Aires (Argentina), con inversiones en Brasil en el área de energía y en la Argentina, como participantes de la industria del vino.
Andeluna hoy es un grupo consolidado. Posee dos unidades de producción: la primera y principal en Valle de Uco, y la segunda cercana a Villa Atuel, al sur de la misma provincia de Mendoza, con una capacidad de vasija de 2.300.000 litros. Andeluna está presente en la Argentina y en más de 30 mercados.
En su visita apreciarán el concepto Casa Bodega donde el Área de Hospitalidad es el Living, y ofrece una cocina abierta y galerías con vista al oeste al jardín, viñedos y Cordillera de Los Andes. En días diáfanos podrá observar el Cerro Tupungato (6570 msnm).